Pinchar en una maratón (pese a tener experiencia)

Cuando llevas unas cuantas maratones corridas parece que ya te vas haciendo a la distancia y esos nervios de las primeras carreras se ven un poco más diluidos. Si ya has superado esa distancia otras veces, ¿por qué no lo harías esta vez? Tu cabeza sólo piensa en cuánto vas a bajar tu marca pero, ¿qué pasaría si lejos de bajar tu marca pincharas y tuvieras que abandonar? ¿Es algo circunstancial o podría tener alguna causa de la que seas más responsable?

pinchar en maraton

Creo que no es raro que se dé la situación de que un corredor con experiencia en maratones se encuentre de repente con que pincha en una maratón durante una carrera a la que iba tranquilo. ¿Qué explicación puede tener esto?

Cuando llevas unos años corriendo y has ido superando distancias y objetivos, es muy probable que acabes muy familiarizado con las distancias que vas repitiendo. Tanto que aquellos nervios e incertidumbre que rodeaban las primeras carreras se vean bastante rebajados. Todos aquellos cuidados que tomabas los días previos en cuanto a descanso, alimentación o preparativos, te los vas tomando más a la ligera.

Quizá uno le pierda un poco el respeto a la distancia y en parte se puede entender. Ya has aprendido cómo abordarla y tienes la estrategia más interiorizada.

Pero en el caso de la maratón, cuidado con todo esto. Sigue siendo una distancia exigente y que siempre depara sorpresas.

No hablo de pinchar en una maratón porque mentalmente no te ves con fuerzas, sino de que tu cuerpo no puede más y te da una pájara, lesión o similar.

 

¿Qué puede fallar cuando un corredor con experiencia pincha en una maratón?

 
La causa más común diría que es haberse confiado demasiado y no haber preparado bien la carrera. Aunque también es cierto que a veces coincide con un mal día o alguna circunstancia especial y por muy bien que te hayas preparado, te ves obligado a abandonar.

Pero también me parece que a medida que uno va sumando maratón tras maratón, es más fácil que se tome menos en serio la preparación. Es cierto que ya tienes una buena base de los entrenamientos acumulados y el cuerpo está más habituado a sumar kilómetros pero aún así, es fundamental llegar bien preparado al objetivo.

Eso de saltarse entrenamientos con demasiada frecuencia, dejar de hacer series y cambiarlo por más rodajes porque te gusten más o sean más cómodos, entrenar sin una planificación e ir haciendo cada día lo que te apetece; creo que acaba pasando factura. Todo esto suelen ser prácticas más habituales en corredores que ya llevan unos años entrenando y se siente con más confianza para hacerlo.

Al final, como perder la forma física es más fácil que mejorarla o mantenerla, el hecho de rebajar los entrenamientos te hace llegar peor preparado a la carrera.

Por una parte llevas ganado que la suma de años corriendo te ha hecho acostumbrarte a soportar kilómetros y conocer mejor tu cuerpo. Pero este punto puede ser una equivocación ya que ese exceso de confianza te hará descuidar ciertos aspectos que luego el día de la maratón se pagan caro.

No es lo mismo soportar un buen ritmo durante 42 km que durante los 12-15km que puedas hacer en un entrenamiento. Aunque parezca que estás bien porque aguantes ciertos entrenamientos fuertes, considerando que has reducido la carga de entrenamiento, no significa que vayas a aguantar bien durante la carrera, aunque pueda parecerlo.

No siempre pasa así, pero no es raro que la distancia y el ritmo acaben poniendo a cada uno en su sitio.

Al haber bajado la carga de entrenamiento estás también rebajando la fatiga acumulada y eso favorece que puedas ver que te salen más o menos bien los entrenamientos de calidad que hagas. La cuestión es que cuando haces la planificación del ciclo de entrenamiento, cuentas con que ciertos entrenos de calidad se van a hacer con fatiga. Si cambian las circunstancias y se hacen sin o con menos fatiga, podemos estar tomando como satisfactorios unos resultado que nos están engañando.

Si al hecho de llegar menos fatigado a los últimos entrenos antes del objetivo le añades un posible extra de motivación, es fácil que uno llegue a equivocarse en la elección del ritmo de carrera.

Al principio siempre se piensa que se puede, pero si se ha elegido el ritmo equivocado el cansancio llegará. Si este llega faltando mucho para el final ya no habrá margen de maniobra para poder reaccionar a la baja. La pájara aparecerá y con ella el sufrimiento y pérdida de muchos minutos en el objetivo planteado, si no se abandona antes.

Hablo de la maratón porque es lo que más riesgo tiene pero también se podría pinchar en una media maratón. Aunque en este caso, es más fácil que llegues a completarla si ya llevas unas cuantas hechas pero, seguramente, te sorprenderás viendo que te alejas de la marca que pensabas hacer.

 

¿Cómo puedo valorar si estoy entrenando bien?

 
Una herramienta muy importante para evitar caer en engaños derivados de ese exceso de confianza, es el diario de entrenamiento.

Si además de tener tus entrenamientos planificados vas anotando los resultados de los mismo en tu diario, verás lo que has hecho y lo que no. Aunque cuando uno entra en la dinámica de ir improvisando entrenamientos o recortando sesiones, parece bastante improbable que sea riguroso llevando un diario de entrenamiento, lo que dificulta hacer esta valoración.

La parte buena del diario de entrenamiento es que, si anotas ahí ritmos y distancias, estás trabajando con datos objetivos, no con percepciones. Otra cosa es que quieras engañarte en la interpretación de los mismos pero, en principio, la lectura de estos datos ya nos estaría dando bastantes pistas. Sin embargo, si sólo te basas en tu percepción de las cosas, es más fácil que generes mecanismos para convencerte de que estás entrenando bien que, en el fondo, es lo que quieres oír.

Otra buena manera de valorar cómo llegas a la maratón es mediante un test. Aunque sus resultados no sean científicos y exactos, sí que analizándolos con el contexto del entrenamiento pueden darnos pistas.

Un buen test para una maratón es correr a tope una media maratón un mes antes. Así verás cómo estás realmente y tendrás tiempo suficiente para recuperar antes de la carrera.

Si resulta que el resultado de esta media es peor de lo que debería y estás viendo que vienes saltándonte entrenos o recortando preparación, ya puedes pensar que no vas por el buen camino.

Es un poco difícil que si no has llevado una buena preparación previa hicieras el test y te salieran buenos resultados. Aunque también podría pasar que tras una primera etapa de preparación buena, haces bien el test y luego te relajas en cuanto a entrenamientos. Cierto es que ya habrías hecho la parte más importante del trabajo pero también convendría no relajarse demasiado. Si perdieras más del 30% del entrenamiento planificado, podría pasarte factura el día de la carrera.

Los resultados del test también pueden venir bien para perfilar la marca que te planteas hacer como objetivo. Aunque cuando uno está con exceso de confianza, creo que es más fácil que si el test sale mal se engañe a sí mismo y siga apuntando a una marca demasiado alta para su estado de forma.

Otro error que suele venir enlazado a este exceso de confianza es que uno se plantea dar recortes demasiado grandes a sus marcas. Suelo ver esta situación con frecuencia cuando uno ya ha corrido algunas maratones, habla de recortar minutos con demasiada soltura cuando en general, no es tan fácil.

 

¿Cuánto podría bajar mi marca?

 
Plantearse tras correr cuatro o cinco maratones recortar tu anterior marca en 15 minutos de una maratón a la siguiente, puede ser demasiado aunque dependerá de cada caso y trayectoria.

Si juntas que al principio uno mejora de rendimiento más rápido, con que es más probable que te tomes más en serio la preparación, verás que tus marcas pueden ir bajándose en unos cuantos minutos cada vez. Pero llega un punto en que ir bajando supone más y más esfuerzo y hay que ir haciéndolo poco a poco. Planificar varias fases o ir recortando algún minuto en cada objetivo hasta llegar a la marca que buscabas.

Normalmente sobre la franja de las 3-4 horas en maratón, se pueden hacer grandes recortes. Aunque aquí también influirá la disponibilidad y dedicación que le pueda dar cada uno a los entrenamientos.

Además, cuando uno está más motivado que suele pasar más en las primeras carreras, más cumple con los entrenamientos. Esto también hace que veamos que en nuestras primeras maratones hicimos recortes mayores a nuestra marca.

Una vez que nos acercamos a bajar de las 3 horas, esos márgenes se reducen muy considerablemente. Son marcas que necesitan una gran dedicación. Sin llegar a ser marcas de profesionales, tanta dedicación y esfuerzo requiere tener que mantener un elevado nivel de motivación, lo cual muchas veces es difícil ya que es fácil que el sacrificio no compense.

Al final hay que ser un poco realista y coherente, tanto para definir tu marca como para comprometerse con el entrenamiento. La confianza ayuda hasta cierto punto a la hora de abordar nuevos retos pero el exceso de ella puede jugarnos una mala pasada.
 

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