Así de relevante es la consistencia entrenando cuando rondas los 50

A veces, elegido o no, un corredor se toma un respiro en sus entrenamientos. Un parón o una bajada de exigencia durante un tiempo. Cuando vas sumando más años y te empiezas a acercar a los 50, ¿cómo repercute esa bajada de entrenamiento? ¿Cómo será la vuelta a un entrenamiento más exigente? ¿Qué riesgos tiene?

consistencia entrenando corredor 50 años

Un corredor ya veterano, con unas cuantas carreras a sus espaldas, lleva años sumando ciclos y pautas de entrenamiento. Según como se haya ido llevando eso y lo que la vida personal haya podido afectar e impactar, puede ser que arrastre cierta fatiga mental. Que cada vez le cueste más encarar entrenamientos exigentes y esforzarse por exprimirse a su máximo.

No es lo que un corredor desea ni algo que pueda saber cuándo puede llegar y frenarle. Pero tampoco es raro que pase y la edad, afecta a la hora de volver a querer entrenar en términos más exigentes.

 

Cómo alargar la motivación y progresión

 

El ideal sería que en tu trayectoria como corredor te vieras siempre a tope de motivación, pudiendo entrenar bien y cosechando una nueva marca personal en cada carrera. Un ideal improbable de conseguir.

Lo que es más probable que uno pueda alcanzar es retrasar lo más posible ese momento de fatiga mental o caída de rendimiento. Incluso saber cómo gestionarlo contando también con que al sumar años, las capacidades físicas se irán viendo mermadas.

Puedes tener una progresión general de mejora continua, pero es más improbable que eso pase en cada una de las carreras en que compitas. Es difícil que cada carrera se pueda convertir en una mejor marca personal aunque quizá sí mantenerse cerca.

Para evitar caer quemado física o mentalmente antes de tiempo, importa:

  • · Haber seguido una progresión gradual y dosificación del entrenamiento que permitiera ir asimilando etapas. Igual que disfrutando cada una de ellas.
  • · Haber aceptado ciertos momentos de respetar una bajada de forma de manera controlada. Después de un pico de forma es lo que el cuerpo pide y conviene respetar.
  • · Haber ido cosechando éxitos que mantuvieran o incentivaran la motivación. Probablemente la mejor manera de obtener esto es compitiendo y viendo como mejora tu marca.

Incluso consiguiendo manejar eso en tu entrenamiento, puede ser que cambios o mayor presión en el trabajo o la vida familiar te afecten. Puede repercutir en que te veas con menos tiempo para entrenar y eso baje tu forma física y aumente tu frustración. O simplemente que sientas tanta presión que te afecte a los entrenamiento y veas que no acaban de salir.

 

La importancia de ser consistente como corredor

 
Si consigues mantenerte con motivación y pocas (o ninguna) lesión, lo que conseguirás a lo largo del tiempo es un efecto acumulativo y una trayectoria ascendente.

Si llega un momento en que por circunstancias personales, agotamiento mental o lesión requieres un parón, no será lo mismo volver luego a la carga según la edad que tengas. A mayor edad, más relevante es que no se produzca parón y ser capaz de mantenerte entrenando regularmente. Ser consistente con tu entrenamiento.

Cuando rondas los 50 años, a diferencia de los 30, la pérdida de masa muscular y la disminución de la capacidad cardiovascular suelen ser más pronunciadas. Al igual que pierdes más rápido resistencia aeróbica y tu cuerpo también cambia de otra manera, pierdes masa muscular más rápido y acumulas grasas también más rápido. Ya ves, no es una combinación que te guste como corredor.

Por tanto, si cerca de los 50 te planteas tomarte un par de meses de parón de entrenamiento o reducir el entrenamiento a tres rodajes suaves a la semana cuando venías de preparar maratones, vas a notar el bajón. Con todas sus consecuencias en la caída de forma.

Ese bajón en una persona de 30 años no sería tan pronunciado, pero además, sería más rápido remontarlo. Sin embargo, en alguien de 50 probablemente partamos de un punto de forma más bajo y además el progreso de recuperar la forma sea más lento.

 

Cómo gestionar esa vuelta a la forma con 50 años

 
Pongamos que un corredor de 50 años se toma dos o tres meses de entrenar con tres rodajes a la semana después de una trayectoria de años compitiendo en maratones y acumulando ese trabajo. El efecto acumulativo, la experiencia y las adaptaciones del cuerpo al cabo de años tienen un peso que se guardará como en la memoria del cuerpo. Pero la contrapartida de la edad está ahí.

¿Qué podría pasar cuando tratara de retomar un plan de entrenamiento más pautado y pensara en preparar otra maratón?

En comparación con alguien de 30 años, ha perdido más forma y le va a costar más recuperarla.

La suma de años entrenando puede tener un efecto negativo. Viene acostumbrado a llevar bien cinco o seis sesiones de entrenamiento y unos determinados ritmos. Después del parón o la bajada de entrenamiento, se ha deshabituado de eso. Otra vez tiene que coger el hábito de entrenamiento y aceptar que sus ritmos ahora serán otros, lo cual no será fácil.

Lo del hábito de entrenamiento puede resultar más fácil, por el aprendizaje de tantos años. La parte de la exigencia de entrenamientos y la respuesta a ellos será presumiblemente más complicada.

Aquí puede entrar en juego el baile de la cabeza y la parte física. Si uno ve que la progresión no es tan rápida como esperaba, puede caer en la frustración, que le cueste más entrenar y que se desmotive más.

Sería importante en este momento hacer un ajuste correcto de expectativas. Aceptar que puede tocar ir lento pero que hay que seguir persistiendo para que llegue la mejora. Que a su vez incrementará la motivación y ayudará más a mejorar.

El riesgo es que te pueda la frustración, te digas que tú ya no estás para exigencias y acabes tirando la toalla. Cuando no tiene por qué ser esto cierto pero hay que saber gestionar el esfuerzo mental y físico que va a suponer.

Algo que es útil en estas circunstancias es saber leer los pequeños éxitos y celebrarlos. Aunque el éxito sea sentirse más cómodo en un entrenamiento de ritmo o haberse atrevido a enfrentar una tirada larga. Eso será la mecha para seguir avanzando. Y no lo será si tienes las expectativas demasiado altas y consideras que no has llegado al ritmo que te gustaría, por ejemplo. Esto más bien te bajará la motivación y supondrá un mayor freno.

Lo importante en todo esto es entender que a más edad, más se paga dejar de ser consistente con tu entrenamiento. Más te costará volver a preparar una maratón de nuevo tras un parón. Lo ideal sería no llegar a parar nunca periodos largos y mantener una base de entrenamiento suficientemente elevada como para que no penalice mucho la bajada de forma.

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Sí, me interesa
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1 thoughts on “Así de relevante es la consistencia entrenando cuando rondas los 50

  1. Jose Ruiz dice

    Muy interesante el artículo,tengo 61 años y después de 10 años sin poder corres voy a volver a hacerlo,objetivo la 1/2 maratón ,agravantes,soy diabético,la última vez que corri una 1/2 fue en 1.59, con llegar esta vez me conformo.

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