Puede ser que hagas tu mejor marca personal en una carrera, y quizá también en la siguiente. Pero no es fácil alargar esta secuencia durante mucho tiempo. Es probable que llegue un momento en que tengas que afrontar situaciones poco agradables y tirar de aceptación. ¿Qué lo hace difícil? ¿Qué situaciones deberás abordar o aceptar?
Es normal que persigas progresar con tu entrenamiento, y mejorar tus marcas. Ese es el aliciente que te lleva a ser capaz de resistir entrenamientos exigentes y ser regular entrenando.
Cuando partes de un nivel bajo, como cuando empiezas, el margen de mejora es mayor y podrás disfrutar unos años de verte haciendo progresos poco a poco, si lo gestionas bien. Si no, puedes caer estancado pronto.
Hasta que llega un momento que los progresos son menores y los esfuerzos mayores.
¿Te estarás acercando a tu techo como corredor?
Después de unos años corriendo, es normal que los recortes de marca se cuenten por escasos minutos más que por unos cuantos minutos. Incluso aunque comparativamente tu entrenamiento haya dado un salto de calidad y exigencia.
Esto es razonable entenderlo y fácil decirlo, pero no tan fácil vivirlo.
Si has llegado a un nivel de marcas competitivas (considerando el contexto de un corredor popular) casi seguro que serás competitivo y/o ambicioso. Entonces por mucho que la parte racional te esté diciendo que ya puedes darte con un canto en los dientes, tú realmente querrás más.
Aunque físicamente te sientas sano, con energía y fuerte, es probable que aún quieras pedirle más a tu cuerpo.
Ya conoces la sensación de disfrutar de superarte a ti mismo y eso engancha. Quieres vivirlo más veces. Superar tu marca de nuevo.
Pero sí que es muy probable que ya te estés acercando a tu techo como corredor considerando que:
- · Eres corredor popular y tienes una vida y un trabajo.
- · Tu dedicación y cuidados en cuanto a entrenamiento no son los mismos que los de un profesional.
Dentro de esto cada uno es un mundo. Es decir, es todo cuestión de prioridades y puede haber quien tenga una vida personal más despejada y ponga todo su foco en correr. Entonces quizá, después de su trabajo, tiene capacidad de dedicar mucho tiempo y energía a entrenar y cuidarse. Esto podría llevarte a marcas ya consideradas como muy buenas para el caso de un corredor popular.
Pero esta situación no suele ser lo más habitual.
Entonces, si no estás con tanta disponibilidad, puedes hacer algún giro de tuerca a tu entrenamiento como meter más entrenos de calidad o rascar tiempo para sacar alguna sesión de entrenamiento más. Esto te dará alguna mejora de marca pero seguramente solo arañando algún minuto o segundos al crono.
Otra opción es cambiar de sistema de entrenamiento y probar si otra filosofía puede suponer un estímulo nuevo que dé algún margen más. Pero quizá considerando el resto de limitaciones y circunstancias, no vayas a notar un gran salto, aunque puede haber alguna mejora.
La realidad es que te acercas a tu techo como corredor y eso implica aceptar ciertas cosas.
Momentos que no te gustarán pero tendrás que aceptar
Mantenerse siempre arriba es muy difícil.
Conseguir una superación constante y continua de marcas desde tus inicios, no es lo más probable. Habrá algunos momentos de estancamiento o incluso de empeoramiento de marca. Y es normal.
Esto no quita que en rasgos generales la trayectoria sea de mejora general de marca.
Si esa mejora se ha prolongado durante mucho tiempo, igual te acostumbras y esperas en cada carrera mejorar tu marca anterior. Eso, a medida que te acercas a tu techo, es muy difícil. Porque la exigencia ahí es muy elevada. Y ese nivel cuesta mucho mantenerlo.
No solo físicamente sino también mentalmente. Mantenerse ahí implica estar con frecuencia exigido para no bajar mucho la forma. Incluso salir a competir con ambición y exigencia, y resistiendo sufrimiento.
No sería tan raro que te hartaras y dijeras que no quieres sufrir más. O de algún modo la parte mental te llevará a esa decisión. Entonces colapsaras involuntariamente porque tu cabeza te pedirá un respiro.
Lo malo es que como venías acostumbrado a la superación, cuesta aceptar otra cosa. Te dejará cierta frustración no mejorar tu marca en una determinada carrera.
Pero quizá es momento de aceptarlo. Incluso de tomarlo como parte del plan para intentarlo de nuevo más adelante y darte una tregua, que puede ser la solución que necesites.
No solo está la parte de los resultados sino también la de las sensaciones.
Otra cosa que no te puede hacer gracia a esos niveles y acostumbrado a estar fuerte, es la bajada de forma propia del pico de forma.
Después de haber competido y haber alcanzado un pico de forma, el cuerpo necesita recuperar y va bajando su estado de forma. Es mejor esto que tratar de forzar un alto pico de forma siempre, al final la bajada en algún momento acabará llegando.
Lo malo es que durante esos momentos más bajos, puedes verte entrenando a ritmos más lentos de lo que te gustaría o con mayores esfuerzos para no llegar a completar entrenamientos tan buenos. Pues es lo que hay, forma parte del proceso y mejor aceptarlo y tomarlo con calma.
Permitir al cuerpo pasar por esa fase servirá para que a la larga los resultados sean mejores, pero hay que vivir ese momento sin precipitarse por querer cambiar sensaciones.
¿Cómo seguir disfrutando de la sensación de progresión entonces?
Pongamos que llega el punto en que ves que una y otra vez no logras mejorar tu marca. Igual eso te frustra un poco.
Puede haber quien lo acepte bien y reenfoque la práctica del atletismo más hacia el disfrute y el conformismo con marcas que igual no superen su mejor marca pero le parezcan bien. O puede haber quien se agarre a necesitar retos para ver un aliciente y una motivación.
Siempre queda la opción de buscar nuevas distancias o pruebas diferentes. Ahí volverás a ser nuevo y podrás iniciar una nueva trayectoria de progresión en esa prueba.
Esto no quiere decir que siempre tengan que ser distancias mayores. De repente enfocarte en mejorar tu ritmo en 10 kilómetros si era una prueba que tenías más abandonada puede ser una motivación. Si venías corriendo maratón, algunos cambios tendrás que dar en el entrenamiento y eso puede estimularte.
O puedes decidirte por pruebas de montaña y pasar a segundo plano el ritmo para enfocarte en otras cosas.
Sea por uno u otro camino, el de aceptar que ya has alcanzado tu techo o el de buscar otros retos, importa que puedas seguir disfrutando y cuidando tu forma y salud.
Sí, me interesa