Un corredor comprometido con su objetivo, suele esforzarse por cumplir a rajatabla su planificación. Tanto las sesiones de entrenamiento como los ritmos marcados. Esto que debería percibirse como una virtud, podría no serlo. A veces puedes necesitar saltarte algún entrenamiento y conjugar otros factores para conseguir un mejor rendimiento.
Un corredor popular no es lo mismo que uno profesional. El profesional puede aguantar bien durante la tarde sesiones duras de entrenamiento, mientras que el popular puede llegar demasiado cansado a la tarde. No es lo mismo haberte permitido descansar durante el día que salir del trabajo, recoger a los niños, ir corriendo a hacer la compra y luego a entrenar.
Esas circunstancias que rodean la vida del corredor popular, también le hacen vivir más alerta (o con más estrés) y en muchos casos con poco tiempo para dormir. En ocasiones teniendo que salir a entrenar de madrugada o muy al final del día y recortando horas de sueño.
El descanso y la calidad del sueño también influyen en el rendimiento del corredor. Aquí entran en juego los ritmos circadianos y cómo hoy en día tendemos a cambiarlos y alterar nuestro descanso. Leer más