Sentir cierta duda sobre si serás capaz de conseguir tu marca objetivo en una carrera, debería ser algo con lo que aprender a convivir. Hacer un pequeño test unos días antes de la carrera buscando comprobar si puedes aguantar el ritmo de competición, es un gran error. Y todavía puede agravarse más hoy en día gracias a las redes sociales.
Imagina que tienes una carrera el domingo y el miércoles de esa semana decides hacer un pequeño test. No un entrenamiento de ritmo, sino un test. Es decir, 7 u 8 kilómetros a ritmo competición si te espera una media maratón el domingo, o quizá 4 o 5 kilómetros si te espera un 10 kilómetros.
Es una reacción emocionalmente lógica que persigue comprobar que eres capaz de correr al ritmo que deberías llevar en la carrera. Lo que pasa que las emociones pueden jugarnos malas pasadas y hacernos tirar el entrenamiento de meses en un momento. Leer más