Por Toni Peña
Hoy en día estamos muy habituados a los geles y otros complementemos energéticos pero la verdad, cuando yo corría no había tanto de esto. Así que, digamos que corría sin geles según los conocemos hoy en día pero bueno, algunas otras cosas sí tomaba.
En lugar de geles, entonces tomábamos compuestos que nosotros mismos nos preparábamos. Al ser atleta invitado por la organización, la mayoría de las veces teníamos nuestro avituallamiento especial cada 5 kilómetros y allí nosotros metíamos aquello que creíamos que mejor nos iba. En realidad no se alejaba mucho de lo que son los geles actuales. Poníamos compuesto de maltodextrina (carbohidratos de rápida asimilación), algo de antioxidante e incluso coca-cola sin nada de gas o un café muy diluido.
Al final un gel no es más que un concentrado de azúcares y sales metidos en muy poco espacio y que provocan una subida energética. Pero para facilitar que tu cuerpo pueda absorberlo debe ser tomado poco a poco, en pequeños sorbos y con agua (nunca con bebidas isotónicas). Si no podría ser una concentración demasiado fuerte para tu estómago y sentarte mal hasta el punto de acabar vomitándolo. Por esto mismo tampoco hay que tomarlos demasiado seguidos si no no serán absorbidos por nuestro organismo. Leer más