Correr 10 ironman seguidos, una maratón al día durante una semana o una maratón al mes. Todo esto son cosas que estamos demasiado habituados a escuchar hoy en día pero que hace unos años eran prácticamente implanteables. ¿Qué consecuencias tiene esto? ¿Cómo afecta a un corredor popular?
No sé a qué cambio social o manera de pensar o actuar se debe esto. Quizá es que las redes sociales que todo lo superlativizan nos han impulsado a querer más y ver quien la hace más grande. Siempre mayor en distancia o continuidad pero no se habla tanto de los tiempos en que se completan las pruebas. A diferencia de lo que pasaba antes, cuando todo este deporte o las vidas de la gente eran menos mediáticas y entonces el tiempo era clave. Completar una distancia en el menor tiempo posible era el máximo objetivo. No se inventaban distancias mayores o pruebas nuevas con tanta frecuencia sino que había una lucha constante contra el crono.
Al final mi sensación es que todo esto nos familiariza tanto con estos retos y distancias que parece que acabemos por perderles un poco el respeto. Creo que cuando oyes hablar a corredores de hace unos años, de cuando España tenía atletas compitiendo por el podio en maratones internacionales y marcas por debajo de las 2h 10′, se respira más respeto hacia la maratón de la que puedo percibir hoy en día. [Prueba de ello se puede ver en el libro “42 kilómetros para amar el maratón”].
No es que me ofenda o no me alegre de que cada vez sea más popular esta distancia y más gente se anime a probarla. Pero sí creo que hay que abordarla siendo consciente del esfuerzo y desgaste que supone para nuestro cuerpo y mente. Por eso la preparación es clave y hay que dedicarle su tiempo.
¿Qué pasa si haces una maratón sin estar del todo preparado?
Por una parte veo el peligro actualmente de no ser consciente realmente de lo que la dureza de esta prueba supone. No es raro ver a gente que confía en entrenar a base de rodajes sin contar con un entrenador o tener mucha idea de cómo funciona un plan de entrenamiento. Y con esto, se lanzan a preparar una maratón.
En el mejor de los casos, creo que esta práctica te puede llevar a completar la prueba pero no sin sufrimiento o sin muro y por supuesto, sin llegar a dar todo lo que podrías. Aunque lo que más preocupa de esta familiarización o popularización con la distancia, es que muchos lleguen sin la preparación suficiente y acaben pagándolo caro. En el mejor de los casos se lesionarán o verán que no pueden seguir y abandonarán, pero hay quien se empeña en continuar y acaba cayendo desfallecido.
Lo malo de esto son por una parte, las graves consecuencias que puede tener para la salud. Por otra, el haber pasado por una mala experiencia que puede llevarte a odiar la distancia o abandonar este deporte.
Correr tiene muchos beneficios no sólo a nivel de superación deportiva sino en cuanto a mejoras en tu calidad de vida. Al final es un ejercicio que activa todo tu organismo haciendo que te sientas con más energía, favorece la concentración, refuerza el sistema inmune y mentalmente también te hace más fuerte. Toda una serie de virtudes que puedes perder para siempre por haber vivido una mala experiencia con este deporte o haber entrado precipitadamente en él.
Quiero decir que para poder disfrutarlo es clave seguir una evolución gradual.
Hay quien se lanza a correr un 5 ó 10km y ve que lo completa. Esto le anima a pasar a la media y a la maratón. Puede que llegue a completarlo todo pero a lo mejor tarda 5 horas en hacer la maratón, un desgaste brutal para el organismo pasar tanto tiempo corriendo. Luego viene la factura de todo esto en forma de lesiones. Pasas un tiempo que puede ser de meses en que no puedes correr. Algo que si ya te habías enganchado a esto de correr puede ser muy muy doloroso.
Y por supuesto que tanto tiempo parado después de haber tenido una trayectoria relativamente corta en este deporte, te llevará a empezar otra vez de prácticamente cero.
Por otra parte, también puedes haber provocado a tu cuerpo una lesión o mal mayor que aparezca a medio o largo plazo. De esas en las que el médico te dice que tienes que dejar de correr y que te busques otro deporte.
La gran cantidad de entrenamiento que conlleva una larga distancia siempre supone un riesgo para nuestro cuerpo por eso mejor hacerlo con consciencia y asimilando etapas. Aún así, todos los que hemos corrido muchos kilómetros también pagamos al cabo del tiempo el precio de esto arrastrando el recuerdo de alguna lesión o con alguna limitación; razón de más para ser cautelosos con los entrenamientos sobre todo si eres corredor popular.
¿Superarse implica siempre aumentar de distancia?
Progresar como corredor no tiene porqué estar asociado a correr más distancia.
Pasar de correr una media maratón a una maratón es por ejemplo abordar un reto diferente. Supondrá un entrenamiento distinto y te preparará para otras cosas. Claro que es un aliciente nuevo, aprenderás otras cosas y te verás en otras situaciones lo cual no dejará de ser un nuevo estímulo. Pero ese aumento de distancia no es la única manera de estimularse.
Mejorar tu marca en una distancia que ya has experimentado o bajar a una distancia menor y tratar de dar tu máximo, es igualmente un nuevo reto y objetivo. No se corre ni se entrena igual una distancia más corta que una más larga pero ambas pueden ser igualmente duras. Dar lo mejor de ti en un 10 kilómetros donde tengas que explotar más tu velocidad, puede ser tanto o más duro que completar una maratón.
Dicho esto no creo que se sea más por completar distancias mayores por mucho que estemos habituados a ver estos retos cada vez más largos. Más bien creo que la superación de cada uno está en dar lo máximo de sí mismo en cualquier objetivo. Abordar más distancia necesita explotar unas cualidades y van ligadas a un tipo de entrenamiento, y más velocidad trabaja otras cosas con otro tipo de entrenamiento.
Así que al final, la mejor opción, diría que es que uno vaya determinando sus objetivos en función de lo que más le apetezca o más cómodo o dotado se vea. Yo me lancé a larga distancia porque veía desde pequeño que se me daba bien. Corrí demasiado joven pruebas largas que se suponía que se debían hacer con más edad pero yo me sentía cómodo con eso y era de lo que más disfrutaba.
De la misma manera puede haber otros casos en que gente que prueba distancias mayores luego ve que lo que más disfruta es un 10 kilómetros o media maratón y prefiere esforzarse por hacerse mejor en eso. Igualmente podrá seguir mejorando su rendimiento y llevándose satisfacciones sin necesidad de haber buscado un aumento de distancia.
¿Qué le recomiendo a un corredor popular para saltar a nuevas distancias?
Lo primero, que busque un buen entrenador o asesor de manera que sepa que está siguiendo un plan de entrenamiento correcto. No vale sólo con entrenar rodando, con correr más y más distancia cada día sin tener controlados los ritmos.
Si preparas una carrera, lo haces desde el principio teniendo una idea de a qué ritmo la vas a correr. Luego con el resultado de los entrenamientos esto se puede ir matizando pero digamos que todo el trabajo tiene que ir con una intención y buscando un beneficio. Es necesario tener un entrenamiento pautado y organizado para cuadrar tu mejor pico de forma con la fecha de la carrera.
Además hay que ser consciente de que se tiene que dedicar mucho tiempo y esfuerzo si quieres llegar bien preparado a pruebas de larga distancia. Creo que es frecuente ver entrenamientos que a mi juicio se quedan cortos en kilómetros semanales. No es que piense que cuantos más kilómetros hagas mejor, pero sí pienso que llegar a ciertos volúmenes te garantiza completar mejor la prueba. La falta de volumen se paga sobre todo en la última parte de la prueba, donde la fatiga empieza a pesar y si vas escaso de kilómetros notas como tus piernas no responde tan bien como te gustaría, por mucho que te veas bien de pulmones y cabeza.
Yo corría dos maratones al año y es una práctica que podríamos decir habitual entre corredores de élite. Sin embargo, no es raro ver a populares que se plantean hacer cuatro o más maratones al año. ¿Qué sentido tiene que un corredor que dedica todo el día a correr compita menos que uno que tiene una rutina ocupada en otras cosas y el correr es complementario?
Pese a que estemos hablando de niveles de competición distintos, no me parece muy recomendable excederse en competir. Llegar bien recuperado a tu siguiente maratón es tanto clave para tu rendimiento como para tu disfrute. Después de una maratón es fácil que necesites tomarte como un mes o más de transición hasta empezar a poder otra vez a entrenar medio en serio. Ya no digo en entrar en otro ciclo de entrenamiento específico. Por lo que mejor dejar más espacio entre maratones y permitir al cuerpo regenerarse y recuperarse para estar listo para asimilar más cargar de trabajo.
En definitiva, creo que cada uno tiene que ir viendo su camino sin dejarse guiar por la idea de que cuanto más distancia más superación. Siempre hay objetivos retadores independientemente de la distancia.
Excelentes
Mensajes
Muy buenos con son los consejos
Mi vida a sido de excurcionismo y desde hace 8 meses descubrí que hay Training y que visitas bellos lugares AHORA ya voy por mis primeros 15km en la Sierra GORDA de Querétaro en México